Diversas expresiones de felicidad, especialmente sonrisas dibujadas en los rostros de adultos mayores y niños de Santa Bárbara, generó la iniciativa desarrollada durante esta semana por funcionarios de la Municipalidad, quienes efectuaron la entrega de regalos navideños a las más de treinta comunidades del área rural. La actividad estuvo a cargo del alcalde, Daniel Salamanca, que visitó los sectores de Las Parcelas, Dilmihue, Lipin, San Antonio, Los Naranjos, la comunidad indígena Monguen Mapu, Villucura, Rinconada de Maipo, El Refugio de Rinconada, Mañil Bajo, La Peña Indígena, Los Boldos, Los Laureles, El Manzano, Mañil Alto, Corcovado, Quillaileo, El Huachi, Agua Santa, Los Alpes, Mininco, Los Junquillos y la villa del mismo nombre. Además, se trasladó a Cullinco, La Peña, Cerro Negro, Los Maitenes, Los Michales, Aguas Blancas, Los Notros, Lo Nieve, Los Mayos, Villa Trapa y Las Obras. Todos éstos recibieron también la visita del Viejito Pascuero, personaje entrañable que repartió juguetes y golosinas a los más pequeños, mientras que las personas de la tercera edad, organizadas a través de sus clubes, comités y juntas de vecinos, recibieron una canasta familiar para compartir con los suyos las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Al respecto, Salamanca enfatizó que la Navidad no tiene por qué transformarse en un símbolo de consumismo materialista, “sino que debemos recordar que es el Nacimiento del Niño Dios el que celebramos, compartiendo la Buena Nueva en familia al interior de nuestros hogares”. Por ello instó a los dirigentes e integrantes de las organizaciones de adultos mayores y otras a que sean solidarios con sus pares. Durante el recorrido realizado el miércoles, el jefe comunal fue acompañado por el encargado de la dirección de Desarrollo Comunitario, Pablo Salazar, y los concejales Pedro Pacheco y José Carrasco. Junto con expresarle a cada una de las familias sus deseos fraternos para la “Nochebuena” y para la llegada del 2013, recalcó que su sello en la nueva gestión del gobierno comunal será el de una política de puertas abiertas, con mucho diálogo, en la búsqueda de una “comuna más justa” y más equitativa para todos los habitantes, junto con interactuar con la comunidad y conocer las necesidades de la gente.
